Se dice, se cuenta, se rumorea: que nuestro espabilado ministro de Economía reconoce «situaciones difíciles» en la economía española, y que «continuará débil» durante algún tiempo, mientras que que su presidente (es decir, el de todos) niega hoy en la portada de un periódico ‘salmón’ la existencia de recesiones, crisis, etcétera. Le han debido de decir que, de tanto negarlo, al final nos lo vamos a creer, ¿o no?
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