Como franquiciado puede solicitar la ayuda del franquiciador para la resolución de incidencias o problemas de su trabajo diario y a los que no puede dar una respuesta adecuada. La central está obligada a ofrecerle un apoyo continuo y su implicación en la solución de dicho inconveniente dependerá de la gravedad de la incidencia.
En primer lugar hay que ver qué tipo de conflictos son los que afectan a su negocio. Podemos enfrentarnos a situaciones graves donde el prestigio de la marca corre peligro por la repercusión que puede tener exteriormente o aquellas que pongan en riesgo el desarrollo de la actividad del establecimiento o cuando la relación con el cliente se ve deteriorada gravemente.
Por otro lado, podemos encontrar otros asuntos de menos trascendencia ya que su repercusión exterior sería limitada o nula. En estos casos el franquiciado podrá solicitar el apoyo por teléfono y por esa misma vía se dará respuesta a sus dudas.
¡Qué bien suena la teoría!!!
La resolución de problemas en la práctica ya es harina de otro costal…
que vengan a resolvernos la crisis
La crisis no es un problema específico de ninguna central. Nadie le va a prevenir a usted de caerse al bajar el escalón del portal de su casa, de que secuestren al hijo de Charles Lindbergh o de que la cajera de su tienda le robe porque ha roto con su esposo, ha de mantener una nueva casa y no le llega…
Otra cosa son los asuntos directamente relacionados con el concepto de la franquicia en cuestión. Ahí sí que tiene que dar la cara, y no todas lo hacen.