Si tradicionalmente se ha venido pensando en la franquicia como un método de crecimiento para pequeñas y medianas empresas, no para las grandes corporaciones internacionales, la llegada de la crisis y las necesidades de crecimiento de las grandes empresas careciendo de la liquidez necesaria para llevarlas a cabo han propiciado que la franquicia pase a convertirse en un método más que válido para diversificar y crecer.
Así, grandes empresas ya utilizan la franquicia como una estrategia de crecimiento en el medio-largo plazo, como una manera de conseguir crecimiento rápido a bajo coste, sin perder el control del negocio, con lo que se mantiene la filosofía implantada por la casa matriz en todo momento.
Empresas como Nike, Adidas o Swarovski han sido las últimas en llegar al mundo de la franquicia, pero antes que ellas ya hubo tras grandes corporaciones que todo el mundo conoce y que tras algunas reticencias iniciales se decantaron por esta modalidad, como pueden ser Swatch, Levi´s, Mango o Tous.
Un ejemplo de este evidente cambio de tendencia es el que vivimos durante la última edición de Expofranquicia, en la que Adidas, la multinacional alemana de la vestimenta deportiva, fue la gran estrella, atrayendo un elevado número de visitas y convirtiéndose en una de las peritas en dulce de la nueva época de las franquicias.
A estas grandes compañías la franquicia les reporta los mismos beneficios que a cualquier otra empresa personalizados en un crecimiento económico, sin llevar asociado una mayor carga estructural y de personal, lo que alivia los gastos fijos de las empresas, convirtiéndolos en variables a la vez que se consigue implicar a una parte interesada en el crecimiento de la marca.
Y es que la apuesta definitiva por la franquicia viene dada por la manera en la que los franquiciados se involucran al 100% en el desarrollo de la franquicia, ya que al tratarse de su propio negocio apuestan ciegamente por el mismo con lo que acaban involucrándose tanto o más que la propia casa matriz.
Por ello todos los analistas del sector consideran que en el corto-medio plazo todas las grandes empresas de este país apostarán decididamente por este modelo, habida cuenta de que han aprendido gracias a esta crisis que cuando llegan los años de recesión es importante disponer de la cintura suficiente como para pasarla de la mejor de las maneras posibles, sin morir en el intento.
Y para ello la posibilidad de contar con un organigrama cómodo y de fácil manejo, y no tener que controlar a un mastodonte empresarial ayuda a que se pueda sobrellevar cualquier crisis de la mejor de las maneras posibles, preparándose para la llegada de los tiempos de bonanza económica, que siempre acaban por llegar.