Constituye ya un hecho bastante habitual el que las centrales fijen unas fechas anuales para llevar a cabo reuniones entre el franquiciador y los franquiciados. Se trata de una manera fácil y eficaz que tiene la enseña para reunir a todos sus franquiciados, de manera que éstos exponen sus quejas o aportan ideas, y la central les pone al día sobre proyectos futuros, posibles mejoras, les presenta la próxima campaña de publicidad, etc.
En ocasiones, estas convenciones suelen degenerar en arduos debates sobre las cuestiones más variopintas, por lo que si usted, como franquiciado, asiste por primera vez y tiene quejas o cree que hay cosas que se podrían mejorar, será el momento de decirlo. Aunque no todo deben ser lamentos, si piensa que las cosas se están haciendo bien, anímese y dígalo también.
Sin embargo, también pueden ser el lugar ideal para la formación.
Esto de las convenciones parece una buena idea, al menos de esas que se hacen con la mejor intención; otra cosa es si realmente se saca provecho de ellas o en algunas ocasiones los asuntos importantes apenas se tratan o se quedan en agua de borrajas.
Muchos franquiciados acuden a estas convenciones para exponer problemas personales que no tienen nada que ver con la franquicia. Inversores, emprendedores o sin más, personas que deciden gastar su dinero si consultar a profesionales donde está la mejor opción para invertir, desarrollan su «negocio» como consideran oporturno, ya que no se ajustan a los límites que establece la central. Después, quejas y más quejas…
a las convenciones de franquiciados solo van al final los que ganan mucho con la franquicia y los recien llegados. La gran mayoria estan demasiado ocupados sacvando adelante sus tiendas