Este madrileño de 42 años, orgulloso de ser un verdadero “gato”, se siente satisfecho de haber logrado que la franquicia que cofundó y codirige junto a su socio Jesús Molina, ab Club del Viaje, no sea sólo una red de agencias, sino algo más poético, una ilusión satisfecha, una idea llevada a la práctica hasta las últimas consecuencias; su forma particular de entender la intermediación turística. A pesar del éxito que ahora le acompaña, no supo que quería ser empresario por cuenta propia hasta entrada la veintena.
Asegura que provenir de una familia humilde le ha beneficiado, puesto que todo se lo debe a su esfuerzo personal, igual que le sucede a su mujer Blanca, con la que tiene dos hijos. Mientras daba forma a su sueño, estuvo trabajando en Iberia, durante años, como técnico de mantenimiento de aeronaves. Trabajo que le concedió el envidiado privilegio de viajar mucho, lo que le hace figurar en el restringido club de aquellos ciudadanos que han visitado a fondo los 5 continentes del planeta. Club que hasta hace poco tiempo era demasiado selecto.
Miguel Notario se define como un apasionado de los viajes, por la posibilidad que ofrece de aprender de otras culturas, otras gastronomías. Y es que no concibe el ocio si no es viajando. Ésta siempre ha sido su gran pasión… En un momento de su vida, un directivo de una conocida cadena de agencias de viajes, cuyo nombre prefiere no mencionar, le aconsejó que no montase nunca una agencia de viajes, sin aportar motivos ni razones, lo que hizo a los ojos de Miguel la idea mucho más atractiva.
Es así como entró a formar parte de Alpinatour, siendo uno más de sus franquiciados. Pero la dirección de la compañía por aquel entonces dejó en la estacada a las agencias que componían su red, situación que provocó diferentes reacciones entres los franquiciados: unos optaron por reconducir su vida por otros caminos, mientras que algunos otros, en total 14 de ellos, decidieron unirse para continuar en el sector bajo otro concepto de negocio. Estos 14 “héroes”, entre los que se encontraba Miguel Notario, continuaron operando en el mercado, observando que obtenían una mayor rentabilidad que cuando pertenecían a Alpinatour, gestando así lo que más tarde se convertiría en ab Club del Viaje; un caso único y excepcional en el mundo de la franquicia, cuyos dos pilares son la honestidad y la fortaleza del trabajo en equipo.
Tal vez por eso, lo que más valora Miguel Notario es la familia, así como el grupo de socios fundadores de ab Club del Viaje, con especial cariño a su socio, al que considera pilar fundamental de la empresa. “Jesús es el hombre de las grandes ideas y yo el de la acción, y siempre actuamos al unísono”, afirma Notario.
Al ser preguntado por los retos profesionales de cara al futuro, Miguel Notario asegura no ser amigo de las grandes metas. Para él, la fecha de cada una de las aperturas de las agencias que componen la red de la enseña es un hito. A continuación, explica que aunque, por su naturaleza, no es partidario de cerrar puertas, no se ve fuera de España o, al menos, no es algo que le quite el sueño. Calculadora en ristre y sin perder la sonrisa, Notario nos cuenta que en la actualidad se encuentran inmersos en una segunda fase de expansión, con la que pretenden alcanzar el centenar de aperturas. A la que seguirá una tercera fase que ya tienen planeada. “Mas allá, ya se verá”.
Aunque se confiesa no ser amigo de los grandes modelos a seguir, si lo piensa detenidamente afirma sincero que El Corte Inglés “es el espejo en el que se ha de mirar cualquier empresa española, por su continuidad en el tiempo y por la imagen de calidad y confianza que transmite”.
Si se investiga en el yo más personal, se descubre que se define como alguien nada presumido, que cree en lo que hace y al que le gusta escuchar. “Un defecto… que me estreso con facilidad”, añade pesaroso. Los deportes son su gran afición, por eso lo que siempre quiso hacer y nunca se ha atrevido es conducir un coche de Fórmula 1 y tirarse en paracaídas. “Busco algo que me sorprenda, segregar adrenalina”, afirma el director general de ab Club del Viaje. Para él los deportes se dividen en dos grupos: los que son para ver, entre los que destacan los de motor, el fútbol y el baloncesto; y los que son para practicar, siendo sus preferidos el fútbol sala, el padel, el ping-pong y el ajedrez. “El ajedrez es una batalla, un juego, un deporte, un arte. En el ajedrez pones sobre el tablero todo lo que eres; así si te vencen, de alguna manera te están aniquilando”.
Se muestra más apasionado de las motos que de los coches, incluso era asiduo de circuitos como el de Jerez; más de cine (sobre todo el de ciencia ficción y de terror) que de teatro, aunque empieza a aficionarse a los musicales. Lee mucha prensa, sobre todo la sección de opinión, “aunque siempre menos de lo que desearía”. Le gusta estar al día en cuanto avances científicos y se relaja haciendo sudokus.
Pero, sin lugar a dudas, viajar es su debilidad. “Aunque España es asombrosa y extraordinaria, y yo conozco las 52 provincias, fuera se ven grandes cosas. Un sitio para vivir sería el Amazonas, la selva; y porqué no, también Australia. Mi lugar preferido para hacer una escapada, algo muy típico, París. Y para el recogimiento, el Gran Cañón del Colorado. Aunque, pensándolo mejor, Islandia es una excelente opción, en una extensión similar a la de Castilla y León encuentras tanto volcanes como glaciares, fuego y hielo en un mismo lugar. Además, no tienen ejército… Y si hay algo que envidio de verdad es a los turistas espaciales”, descubre Miguel Notario.
Como perfecto amante de los viajes, considera que la gastronomía es una faceta importante en la vida del ser humano. Y es que, conocer otros sitios es conocer también lo que comen; conocer otras culturas ayuda a conocer mejor la propia. “La comida es un vicio, y lo peor es que a medida que vas conociendo cosas nuevas vas refinando más tu paladar, hasta el punto de que te acaba gustando sólo lo bueno. Es por eso que el dinero es un medio, no un objetivo. Ahora me estoy aficionando a los vinos, a conocer y distinguir los buenos caldos”.
Y aunque parezca que este hombre tenga ya todo vivido, este gran inconformista aspira a mejorar su calidad de vida, consiguiendo emplear mejor su tiempo, sin dejar nunca de aprender. Entre sus retos profesionales confía en que la empresa siga consiguiendo los objetivos que se vaya marcando. “Mientras me emocione lo que hago, me veo al pie del cañón”, concluye.
Un empresario al que le apasione el ajedrez debe de tener grandes ideas e iniciativas a la hora de dirigir un proyecto empresarial. Vamos, que seguro que esta franquicia no tiene problemas de improvisación o falta de visión estratégica…
Y es que si alguien dijo el siglo pasado que el arte imita a la vida, yo creo que el mundo de los negocios imita al ajedrez, ¿verdad Sr. Notario?
Ja, ja, el gran Miguel.
¿Dónde estás ahora (28/04/09)?
esta gentuza siempre cae de pie: años engatusando inocentes, con dinero para pagarle su casita en Rivas, y ahora renegando de la franquicia…
A todos los que dirigieron este gran club del viaje (yo diría mas bien gran club del engaño)que jugaron con las ilusiones de mucha gente que quiso hacer de los viajes su medio de vida y se dieron cuenta(gracias a dios a tiempo) que les engañaron.
Sobre todo saludar al amigo Miguel Notario (el chato)
Donde estas ahora???
Por que no das la cara???, deja de decir mentiras en medios los medios de comunicaion y todo lo que pones en esta entrevista yo lo traduciría a me hubiese gustado engañar a más gente pero me quede con las ganas….
Donde ha terminado ab club de 93 agencias con las que se lleno la boca diciendo que tenía se quedo con 10.
Pudiste pagar con nuestro dinero tu casita de RIVAS???
Solo me queda hacer una reflexión…
Al final el tiempo pone a cada uno en su sitio
Da la cara Miguel Notario